Secretos a Gritos-Capítulo 6

Bueno, se que a la mayoria de vosotros os gusta más A Dos Pasos del Infierno que Secretos a Gritos, pero me han pedido que por favor suba el siguiente capítulo, así que como aquí las órdenes se cumplen a raja tabla aquí está el capítulo 6 de esta historia. Espero que os guste. ¡Buen Karma! ☮

Secretos a Gritos-Capítulo 6

Después de eso ya me da igual que todo el mundo lo sepa, que la gente hable o cuchichee lo que quiera, no me importa. Obvio que mi madre me riñó al verme el vestido lleno de barro y musgo, pero obviamente yo no le di mayor importancia, estaba en mi nube.

Y ya me he acostumbrado a las miradas indiscretas y de envidia que nos lanza la gente cuando nos ve entre clase y clase o por los pasillos, incluso hay veces que lo disfruto, no puedo evitarlo.

Sin embargo, creo que Ali es la que más disfruta con esta situación, le encanta el hecho de que salgamos los cuatro juntos, Andreu, Jesper, ella y yo. Tanta es su emoción que no hay viernes que no tengamos plan.

-Bueno, ¿qué hacemos hoy?-Ali nos lo pregunta con una sonrisa radiante en el rostro, estamos los cuatro sentados donde siempre, en las escalera de la entrada del instituto, ninguno podemos resistir una risilla al ver su entusiasmo.

-¿Qué tal una peli?-Digo yo, la verdad es que hace tiempo que no quedamos simplemente para quedarnos en casa, de hecho, si mi memoria no me falla, no lo hacemos desde la fiesta de Halloween, lo que me recuerda:-Pero que no sea de miedo.

Todos ríen y Jesper me aprieta contra él y me da una beso en la coronilla.

-Está bien, ¿en que casa?-Pregunta Andreu, aún riendo.

-¡En la mía no!-Gritamos Ali y yo al mismo tiempo, ambas sabemos que siempre es más cómodo ir a casa de alguien ya que no tienes que preocuparte por las cosas que le puedan pasar a tu casa.

-¿Por qué no vamos a la tuya Jesper?-Todos le miramos, ninguno de nosotros ha estado en casa de Jesper, ni siquiera yo. El interpelado niega con la cabeza.

-Imposible.-Dice.-De hecho, no creo si quiera que pueda quedar esta tarde.

-Bueno, entonces iremos a la mía.-Dice Andreu, encogiéndose de hombros, Ali y él se ponen a discutir que peli podríamos alquilar, barajan las cuestiones de una comedia, una romántica o timarme y alquilar una de miedo. Pero yo me he quedado con lo último que ha dicho Jesper.

-¿No vendrás?-Le digo, ahora solo él y yo participamos en la conversación.

-No creo.-Me contesta, torciendo el gesto, yo no puedo evitar poner cara de cachorrillo cuando le digo.

-Vale, no pasa nada.-Aunque ambos sabemos que es mentira, que no estoy dispuesta a aguantar a Andreu y a Ali yo sola mientras mi mente viaja hacia él, y él lo sabe mejor que nadie, por lo que me pone una mano en la mejilla y me la acaricia con su dedo pulgar.

-Intentaré ir.-Y sonríe, lo que también me hace sonreír. Se acerca y me da un ligero beso en los labios.

-Chicoos…-Nos separamos y Ali nos mira mientras nos saluda con la mano, con la intención de llamar nuestra atención.-Solo quería informar de que vamos a alquilar una pelo de acción, ¿alguna objeción?-Se cruza de brazos y nos mira, como si intentara decirnos que nos atrevamos a cuestionar su decisión. Yo hago un gesto como si me cerrase la boca con una cremallera y no puedo si no sofocar una sonrisa. 

-Entonces en mi casa a las nueve.-Y antes de que nadie pueda añadir nada suena el timbre y todos nos incorporamos para ir a clase de biología.

La tarde se me pasa rápido mientras me ducho, preparo mi bolsa con el pijama, el saco de dormir y la ropa para el día siguiente. Miro el reloj, las ocho y media, Ali tiene que estar a punto de pasar a recogerme. Y justo en el instante en el que lo pienso, me suena el móvil, es Ali. Sin más preámbulos agarro mi bolsa y bajo a toda prisa las escaleras. Ali está esperándome en la puerta del portal con su mochila cargada al hombro.

-¿Al final Jesper va a venir?-Me pregunta mientras caminamos hacia la parada del bus.

-Pues no lo se.-Me encojo de hombros.-Dijo que intentaría venir.

El bus llega enseguida y enseguida llegamos a casa de Andreu. Llamamos a la puerta y nos abre el anfitrión, nada mas entrar miro en todas direcciones, pero Jesper no está.
-A lo mejor se retrasa.-Me dice Ali al adivinar lo que pasa.-Y si no, tendrás que conformaste con nosotros.
-¡Que afortunada soy!-Le digo riendo, para que vea que no  importa tanto como parece, aun que si lo hace.
-Y que lo digas.-Ambas reímos cuando Andreu entra en el salón con una bandeja de chuches, palomitas, patatas, galletas y variados.
-Muy bien chicas, aquí tenéis los entrantes, las bebidas están encima de esa mesa, la pizza está a punto de llegar y las películas las tenéis encima del DVD. ¿Qué os parece si vamos empezando?
Y justo cuando nos sentamos y empezamos a comer llaman al timbre, Andreu hace un amago de levantarse.
-Debe de ser la pizza.
-Deja-le digo-ya voy yo.-Agarro una chuche del cuenco y me la meto en la boca mientras camino hacia la puerta principal.
-¡El dinero esta encima de la mesa!-Me grita Andreu.
-¡Vale vale!-En cuanto lo localizo lo agarro y abro la puerta.-¿Son catorce con cincuenta no?
-En realidad pensaba venir gratis, pero si te empeñas...-Alzo la vista y veo a Jesper en el umbral, con una sonrisa en el rostro.
-Has venido.-Le digo sonriendo.
-Te dije que lo haría.-Se inclina para besarme rápidamente.-Mmm...déjame adivinar, ¿nube de chuche?
-Exacto.-Mi sonrisa se vuelve más amplia.
-¡Laura! Que pasa, ¿ya te estás liando con el pizzero?-Oigo como Ali camina hacia la entrada.-¡Creo que a Jesper no le hará ninguna gracia!-Se para en seco en cuanto nos ve en la entrada.-¡Uy, hola Jesper!
-Hola Ali.-Jesper no puede evitar reírse y en cierto modo yo tampoco. Aunque Ali, como siempre, actúa como si nada. La verdad es que no hay nadie como ella.
-Bueno,ahora que estamos todos, ¡a disfrutar de la noche!

Y así lo hacemos, la noche sale redonda, comemos vemos una película detrás de otra y le damos un par de tragos a una botella de ron que Andreu tiene por casa.
Hasta que no podemos más y decidimos irnos a dormir, Jesper no ha traído saco de dormir ni pijama, por lo que Andreu le deja uno.
-Solo te puedo prestar el pijama-le dice-no tengo más sacos, pero creo que no tendrás problema en compartir el de Laura ¿verdad?-Nos mira con una sonrisa picarona.
-Para nada.-Le responde Jesper, girándose para guiñarme un ojo.
Tenemos suerte de que mi saco sea grande, enormemente grande, aunque, pensándolo bien no necesitamos mucho espacio, ya que dormimos muy juntos mientras Jesper me rodea con sus brazos. Y en ese lugar no me cuesta nada cerrar los ojos y quedarme dormida.

Al cabo de un par de horas, y por segunda vez en una situación como esa, me despierto y veo la puerta de cristal abierta, pero esta vez veo quien está al otro lado.
Me levanto sin vacilar y me dirijo hacia el exterior, el aire es frío y el viento me golpea violentamente en la cara revolviéndome el cabello.
Jesper está de espaldas a mí, con su móvil pegado a la oreja y abrazándose el cuerpo para protegerse del frío.
-Ya te he dicho que no quiero hablar ahora, ¿lo discutimos mañana vale?-Y sin añadir nada más cuelga el teléfono y se gira, sobresaltándose al verme ahí de pie.
-Uf Laura, que susto me has dado.
-Lo siento-Le digo,encogiéndome. No quiero preguntarle con quien hablaba por que no quiero parecer han entrometida o una celosa, pero no me hace falta preguntar.
-Mi madre sabe que estoy aquí, creo que mañana voy a tener bronca.-Tuerce el gesto mientras se da golpecitos con el móvil en la palma de la mano.
-Mierda, es por mi culpa.-Me acero a él y lo abrazo, apoyándome en su pecho.-Lo siento.
-No ha sido culpa tuya, yo quería venir. Además, como mucho me castigará un par de días.
En el momento en el que lo dice recuerdo algo importante que quería decirle.
-A propósito, hay algo que quiero decirte.
-Dime-Se separa ligeramente para observar mi rostro.
-El otro día se me escapó algo comprometido delante de mi madre, y tuve que explicarle que estoy saliendo contigo.
-¿Y bien?
-Quieren conocerte, quieren que vengas un día a comer a casa.
-De acuerdo.-Dice, con una sonrisa.-Me encantará conocerles.
-¡Bien!-Exclamo.-Entonces te avisaré un día que mi madre haga para comer algo aceptable.
-Está bien.-Vuelve a apretaría contra su pecho.-¿Alguna recomendación?
-Mis padres siempre han dicho que lo que quieren es que el chico me quiera.-Me siento un tanto avergonzada en cuanto pronuncio las palabras.
-Entonces va a cernían comido.-No necesito mirador para saber que está sonriendo y tampoco para que él adivine que yo también lo estoy haciendo.
-De todas formas no creo que mis padres sean a los que tienes que impresionar.
-¿Entonces?-Vuelve a separarse para mirarme a la cara.
-Creo que tu verdadero reto va a ser impresionar a mi hermano.