Regalo y Capítulo 8 de Secretos a Gritos

Feliz comienzo de semana aurillas, espero que la vuelta a la rutina no se os haya hecho muy dura. Hoy os traigo un regalito de parte de Alina, de su blog Cuando Acabas, Alina ha decidido romper moldes y hacer un regalo por sus 10 seguidores, lo que me parece perfecto y espero subir muchos más como este celebrando muchos más seguidores. ¡Muchas gracias Alina!
P.D:como he dicho en el coment de la entrada de abajo intentare que el video de a dos pasos este para el sabado, ¡pero no prometo nada!

POR CIERTO! ME GUSTARIA QUE ME VOTASEIS COMO MEJOR SEGUIDORA EN EL BLOG RECUERDOS DE CARAMELO DE LYDIA, TENEIS LA ENCUESTA A LA IZQUIERDA. ¡MUCHISIMAS GRACIAS! =D



Y aquí os traigo el siguiente capítulo de Secretos a Gritos, siento que no sea tan bueno como pueden ser los otros, pero hoy no estaba muy inspirada, pero lo he subido por que se lo prometi a alguien, no dare nombres, (AALI)pero en fin espero que os guste y que me deis opinion, ¡disfrutadlo y buen Karma!

Capítulo 8- Secretos a Gritos
Todo está preparado, la mesa está lista, el olor a comida inunda la casa, papá está listo para hacerse el enrollado, mamá ya tiene el ojo avizor y Alex… en fin, dejémoslo ahí.
Me froto las manos frenéticamente y después me aliso el sencillo vestido azul marino que me he puesto a petición de mi madre, respiro hondo y me siento con la intención de calmarme, pero en cuanto lo hago suena el timbre. Me levanto antes de que alguien lo haga antes y me acerco a la puerta, empieza la fiesta.
-Buenas noches.- Jesper me sonríe cuando le abro la puerta y pasa mientras me da un beso en la mejilla. Mi padre es el primero en salir al encuentro.
-Hola Jesper, ¿verdad?-Mi padre le extiende una mano y él se la estrecha con decisión.
-Sí.- Jesper sigue sonriendo, no parece nervioso.
-Hola Jesper, soy la madre de Laura.- Mi madre se abre paso y le da dos besos a Jesper mientras yo observo como mi padre me levanta los pulgares y me sonríe asintiendo con la cabeza. Menuda noche está por llegar.
Cuando mi hermano acaba de darle la vara a Jesper y ambos nos quedamos solos, mientras mis padres atienden de nuevo a la puerta, nos sentamos en el sofá.
-Has tenido suerte.-Digo.- Hoy viene otro matrimonio a cenar.
-Y eso es una suerte por que…
-Por que no se preocuparán tanto por ti.-Le contesto, como si fuera algo evidente, el se ríe ante mi nerviosismo. Los invitados recién llegados entran en el salón y ambos nos ponemos de pie.
Jesper me agarra por la cintura y yo me pongo nerviosa, sin saber exactamente por que.
-Hola Laura, me alegro de volver a verte.-Dice la mujer al verme y darme dos besos, me cae bien, es muy simpática, rubia, ojos verdes y piel clara.
-Lo mismo digo.-Contesto, también sonriendo.-Este es…
-Soy Jesper-me corta él, estrechando primero la mano de ella y después la de él- soy el novio de Laura.
Mi madre se sorprende por las palabras de mi novio, mientras que mi padre sonríe por las narices que le ha echado y mi hermano se ríe por lo bajini. Por cada segundo que pasa me da la sensación de que la situación es más absurda.

-¿Te gusta la pasta, Jesper?-El pobre Jesper acaba de tragarse lo que tenía en la boca para asentir con la cabeza.
-Todo está buenísimo.
-Dime, Jesper, ¿de que parte de Inglaterra eres?-Pregunta mi padre mientras se lleva un trozo de pan a la boca.
-Soy de Chichester.-Contesta él.
-Nunca he estado, pero seguro que merece la pena.
-¿Y te gusta más Inglaterra o España?-Pregunta la mujer invitada.
-España, sin duda.-Asegura él.
-¿Y eso?-Presiona mi madre.
-Hay cosas en España que no se ven en Inglaterra.- Jesper gira la cabeza y me mira sonriendo, yo me quedo con cara de tonta, sin creer lo que acaba de decir pero queriendo lanzarme a besar sus labios.
Cuando salgo de mi ensueño observo el rostro de los demás, el matrimonio invitado se sonríe supongo recordando viejos tiempos, a mi madre da la sensación de que en cualquier momento va a entrarle una mosca en su boca abierta, mientras que mi padre abre los ojos de par en par y mi hermano mira a todo el mundo como si estuviéramos locos.
Después del incómodo silencio la conversación se reanuda durante varios minutos, de un tema a otro, sin llegar a profundizar demasiado en ninguno. Después se vuelve a hacer un silencio cuando mi madre sirve el segundo plato, yo me llevo el vaso de agua a la boca cuando mi hermano anuncia:
-Jesper, ¿sabes que Laura una vez le dijo a su amiga Ali que estabas muy bueno aunque fueras un chulo que merecía una patada en el culo?-En ese momento casi me ahogo con el agua.
-¡Alex!-Gritamos mi madre y yo al unísono.
Mi padre, el matrimonio e incluso Jesper se ríen.
-¿De veras? No tenía ni idea.-Afirma Jesper mirando a mi hermano, exagerando la importancia del asunto.
-Sí, pero a mí me caes bien.-Mi hermano sonríe mientras yo, roja como un tomate, lo miro con la mirada más asesina que poseo.

-Por favor, olvida lo que ha dicho mi hermano.-Le suplico a Jesper cuando hemos podido escaparnos a mi cuarto mientras los demás acaban de tomar el café.
-Es muy gracioso. Pero, ¿de verdad pensabas eso?-Me dice mientras acaba de examinar mis fotos de cuando era niña.
-La verdad es que sí-río- ¡me dabas razones para hacerlo!-Me quejo.
-Ah no eso no es verdad, lo que pasa es que antes de salir conmigo eras muy aburrida.
Antes de que pueda reprocharle Jesper me besa, de forma dulce, de esa forma en la que él besa. Cuando se separa de mí mira a través de la puerta.
-¿Qué hay ahí?-Observo el recorrido de su dedo hasta que veo lo que señala, la puerta del cuarto que un día fue de mi hermano, de Xisco. Me quedo callada y Jesper espaera, observándome.
-N…nada.-Tartamudeo.-Solo un cuarto lleno de trastos.
-Laura, ¿estás bien?-Me pregunta Jesper agarrándome por la cintura, entonces reacciono e intento sonreír.
-Sí, sí, estoy bien.-Le digo.-Oye espera aquí, voy a por unas bebidad, ¿vale?
-Vale.-Me contesta para después darme un fugaz beso en los labios.
Salgo de la habitación y corro hasta la cocina para sacar dos refrescos de la nevera, apoyo las manos sobre la mesa, intentando calmarme, desde ahí puedo escuchar las risas que provienen del comedor, los adultos ya deben de llevar unas copas de más. Cuando ya han pasado un par de minutos y estoy recuperada vuelvo a la habitación.
Ya en el pasillo oigo un suave murmullo, viene mi habitación, me paro frente a la puerta, Jesper está hablando por teléfono, no quiero molestar y pienso en marcharme cuando le oigo hablar de nuevo.
-Lo siento pero no voy a dejar que me apartes de esto, ahora estoy implicado hasta el fondo, y no puedes hacer nada por evitarlo. Puedes irte si quieres, pero yo no pienso moverme de aquí.