Lo prometido es deuda así que aqui teneis el siguiente capitulo de A Dos Pasos del Infierno, se que mi querida compañera de clase Elena va a matarme mañana pero me has dicho que tenia 24 horas asi que aun me queda tiempo, Ali, se que tu tambien me regañaras. Bueno, como os decía aqui tenéis el capítulo 18, ya queda menos para que el libro este acabado y mucho menos para que se publique, intentare tenerlo antes de que empiecen los finales pero no prometo nada.
Siento deciros que este capitulo no es nada del otro mundo pero dadme tiempo, ademas sabed que los capitulos que vienen a continuacion no os dejaran indiferentes.
Otra cosa, Lucia me ha pedido que me pase por su blog pero lo siento muchisimo no he tenido tiempo pero prometo que lo hare sin falta, a todos los que os paseis por aqui os pido que participeis en su concurso.
Y recordad pasaros por el Club de Fans de ADPI, podeis ayudar un poco a Alina y a Lydia si lo deseais, dad ideas, preguntad cosas, ya lo sabeis, ¡el cielo es el limite!
¡Buen Karma!
P.D: os recomiendo ver el booktrailer de ADPI de nuevo despues de leer el capitulo.
Capítulo 18- A Dos Pasos del Infierno
-Yo ya no puedo más-dije- ya estoy harta.
Llevábamos todo el día recordando, apuntando, revisando, y volviendo a recordar, pero no habíamos encontrado nada sustancioso.
-La verdad es que yo tampoco-dijo Neutro, quien también había estado con nosotros intentando darnos pistas que siempre habían acabado por sernos inútiles.- Así que con vuestro permiso voy a salir a dar un paseo.
Nosotros hicimos un gesto con la cabeza para darle a entender que no nos importaba. Neutro se levantó y se dirigió a la puerta.
-Y recordad: necesitamos paciencia con todo el mundo, pero sobretodo con uno mismo.
-Vale, Sócrates.- Sacudí la mano mientras cerraba la puerta tras él y yo sonreía, ya le había encontrado un nombre. La casa quedó en silencio.
-Bueno,- Sandro cogió el boli de nuevo- vamos a repasar de nuevo el encuentro en Barcelona por que…
-¡No, por favor!- Me llevé las manos al rostro en un gesto de exasperación.- Todas nuestras cruzadas eran iguales, nos encontrábamos, luchábamos, uno de los dos estaba a punto de matar al otro hasta que finalmente uno de los dos huye.
-Vale, sí, es cierto.- Aceptó él, agrupó las hojas una encima de la otra y dejó el bolígrafo sobre ellas.-Bien, entonces, ¿qué quieres que hagamos?
Me puse a pensar, teníamos prohibido salir de la casa, no sabía por que, así que cualquier actividad en el exterior quedaba descartada. Tenía que pensar algo que pudiésemos hacer dentro.
Pasaron un par de minutos y Sandro se recostó en la silla poniendo las manos tras la nuca. Seguí pensando, conocía todos los dramas de la vida de Sandro, pero ninguna de las cosas buenas que le habían pasado.
-¿Cuál es la mayor locura que has hecho?- Sandro se reincorporó en la silla y me miró pensativo.
-Una vez-comenzó-me uní a una banda de moteros.- Abrí unos ojos como platos y rompí a reír a carcajadas, acababa de imaginarme a Sandro con una chupa de cuero, unas gafas de aviador y montado sobre una Harley Davidson poniendo cara de chico malo.
-Puedes reírte lo que quieras-continuó- pero todas las chicas querían subirse a mi moto.
Me apoyé sobre la mesa para acercarme a él, parpadeé seductoramente y susurré:
-Me hice conejita Playboy.- Le guiñé un ojo y él también se inclinó sobre la mesa para acercar su rostro al mío.
-Hice un cameo en la serie “Big Bang Theory”.- Puse los ojos en blanco y me eché hacia atrás, durante los siguientes veinte minutos nos dedicamos a competir por quien había cometido las mayores locuras. Puenting, líos con famosos, trabajos extraños, bromas pesadas… Finalmente dije:
-El año pasado me hice un tatuaje.- Eso pareció sorprenderle, sonreí, estaba claro que Sandro haría de todo antes que mutilar su cuerpo. De pronto sonrió y alzó una ceja:
-Enséñamelo.
Sonreí también, me giré sobre la silla y tiré del cuello de mi camiseta para dejar mi hombro al descubierto. Sabía lo que estaba viendo; un dibujo en tinta negra sobre mi piel, un dibujo de un ángel o un demonio, según se mire, de cabellos largos y con la cabeza entre sus piernas recogidas, una muchacha muy parecida a mí.
-Es bonito, supongo.-Volví a subirme el cuello y me giré para mirarlo, se hizo un inmenso silencio y me empezaba a incomodar.
Entonces noté algo en el estómago, solo lo había notado una vez antes, en casa de JB, y aquella vez pensaba que me iba morir, notaba que se me encogía hasta hacerse minúsculo y en un punto empezó a hacer ruidos extraños.
-Tengo hambre.- Eso es lo que me había explicado JB que me pasaba. Al parecer Sandro y yo no solo necesitábamos dormir, si no también comer, era como si cada vez fuésemos más humanos.
-Yo también.-Dijo Sandro, llevándose la mano a la barriga. -¿Asaltamos la cocina?
-Hecho.
Ambos nos levantamos dejando todos los apuntes en la mesa. Una vez en la cocina empezamos a abrir los armarios, cajones, la nevera y demás, recopilando lo que encontrábamos encima de la encimera.
-Me resulta raro que Neutro tenga comida, ellos no comen, ¿no?
-Cierto, no comen,- afirmó el ángel- pero supongo que lo hará para guardar las apariencias.- Se encogió de hombros.-¿Qué podemos hacer con esto?
Sobre la encimera había un saco de harina, tabletas de chocolate, azúcar, una botella de leche y una docena de huevos.
-Creo que podemos hacer un pastel.- Contesté.-
-¿Sabes hacerlo?
-Lo vi una vez por la tele.
-Pues pongámonos a ellos.
Conseguimos derretir el chocolate y mezclamos el resto de los ingredientes en un bol, aunque creo que nos pasamos con el azúcar y la leche y nos quedamos cortos de harina. Ordené a Sandro que cogiese una cuchara y empezara a batir mientras yo descubría cómo funcionaba el horno.
En cuanto conseguí ponerlo a calentar miré a Sandro, estaba concentrado mezclando, tanto que asomaba la lengua entre sus labios. Me acerqué por la espalda y agarré un poco de harina del saco, extendí la mano ante mi boca y lo llamé, el aludido se giró al oír su nombre y yo soplé con todas mis fuerzas.
primera en comentar! :)
ResponderEliminarya sabes que tienes hasta las 21.45 de mañana, dia 9 de marzo y el tiempo corre (tic, tac, tic, tac...) jujujuju
pues eso, que ya te lo puedes currar laurita, porque tengo planeado un cierto secuestro de algo que tiene una bolita preciosisima, sabes de que te hablo? pues eso, tenme miedo!
atentamente,
doña elenisima (ilustrisima, por supuesto)
Hola :) Acabo de encontrar este blog por casualidad y me ha gustado mucho el capítulo. Te seguiré y leeré los anteriores.
ResponderEliminarYo acabo de empezar con mi blog,si puedes podrías pasarte y seguirme. Un saludo.
http://ant-saboreacadanoche1grdepoesia.blogspot.com
Lo amé! Cómo qué fue conejita playboy?! jaja y Sandro motoquero?! Jajajajja te juró que me mataste con eso xDDDD Y también con lo de la harina jsojosjosj
ResponderEliminarMás te vale que subas pronto! Quiero que se acuerden de algo que sea bien fuerte Ö jajaja
Girl
como salio el pastel??? jajajaja me los imagino a los dos subidos en la moto de Sandro (con sus respectivos atuendos)!!!! me encanto el capi, tranquilo pero divertido!!!!!!!
ResponderEliminar¡Nos leemos!
bss
Pd: Gracias!!!!!
jajaja! me enacanto he leido el capitulo con una sonrisa en la boca todo el tiempo! y que no era gran cosa! con tal y salga el nombre de sandro ya ese es un super capitulo!!!
ResponderEliminarsandro en moto? me mato. que molleja de serxy! xD
esperare con ansias la reaccion de sandrito por esa broma.
¡es genial!esperaba muy impaciente este capitulo,¡pero la espera a merecido la pena!jejeje xD.oye lau,¿te vas a apuntar a mi concurso?¡espero qe si!porqe estoy muy triste,todavia nadie se ha apuntado...¡pero tu capitulo me ha alegrado el dia!
ResponderEliminarme encanta la historia sigo impaciente por el siguiente capitulo !
ResponderEliminarQué buen capi! Me has sacado muchísimas sonrisas y hasta una que otra carcajada, jaja! Acabo de leerme los anteriores, son geniales!
ResponderEliminarEscribes muy bien, guapa!
En fin, ya te sigoo!
Espero verte por mi blog pronto!
me encanta cada vez tengo más ganas de que publiques el libro!!! ainss Sandro de motero jaja me lo imagino de chico malo jeje un beso :)
ResponderEliminar