Capítulo 3- The Guardians & Noticia ADPI

¡Hola mis queridas Auras! Siento no haber estado estos dias pero tenia un examen al que le tenia muuuucho miedito. Pero sabes que lo he hecho hoy y creo haber aprobado :D
Bueno se que todas estais esperando el siguiente capítulo de A Dos Pasos del Infierno, y debo decirlos que los capítulos 15 y 16 ya están escritos, pero no los subire de momento. ¿La razon? Me gustaria darle un empujon al blog de Lydia y Alina, el blog del Club de fans de ADPI, por lo que he decidido subir los siguientes capítulos cuando el blog llegue a los 15 seguidores. (Valeeee, tambien me gusta hacer sufrir un poquito) ¡Asi que a buscar seguidores!
AVISO: los siguientes capítulos son bastante jugosos, aquí os dejo un trozo como adelanto.


Rodeé la mesita de café y me senté junto al ángel, me puse a pensar que podía decir. No sabía que estaba pasando, sí sabía por qué Neutro estaba tan enfadado, pero no sabía que es lo que le estaba pasando a Sandro, porque estaba claro que no tenía esa expresión solo por haber perdido fuerzas.
-Está muerta, Carina.-Dijo.

Bueno sigamos, se que tambien esperais los siguientes capítulos de Adagio y Secretos a Gritos, y de verdad que hago lo que puedo pero si no sale, no sale. Así que espero que le vayáis cogiendo el gusto a The Guardians, si no lo habéis hecho os recomiendo que la sigáis leyendo por que la historia merece la pena en cuanto aparecen ciertos personajes (Jeremy&Nate).
¡Bueno aqui tenéis el siguiente capitulo! ¡Buen Karma!


Capitulo 3- L please, abre los ojos

Entré en la habitación siguiendo el taconeo que los botines de mi hermana producían al repiquetear contra el suelo
Alcancé la puerta antes de que se cerrara y me colé por la rendija observando como mi gemela se quitaba la cazadora y la dejaba reposada sobre la cama.
-¿Qué tal con el musculitos?- intenté sonreír pero solo conseguí hacer una mueca.
-Sabes que no quiero que le llames así- apretó ligeramente los labios y se dejó caer sobre la cama cruzando las piernas.
-Como veas- resoplé, puse los ojos en blanco y me dejé caer tumbada junto a ella –tengo que…- comencé en un tono grave pero enseguida apreté los labios de nuevo. No me estaba escuchando. Jugueteaba con su móvil enviándole mensajitos al ridículo de su novio.
– ¡¿Serías capaz de escucharme diez minutos?!- alcé la voz incrédula.
-Vale, vale. Tranqui…- apartó el móvil y se encaró a mí dispuesta a escuchar.
Fruncí el entrecejo y rodeé el cojín con fuerza. Ahora que había llegado el momento no estaba segura de cómo decírselo. Pero ante la duda no vaciles, actúa, me repetí a mí misma.
-Diuke te está engañando- así  de simple, así de directo. Me quedé callada y esperé atenta a su reacción.
Entre sus labios asomó una risa nerviosa que se me contagió.
-Venga ya Marsha, ¿cómo te has podido creer algo así?, todos los días circulan rumores por el estilo.
-Pero esta vez es cierto- alcé las cejas y me coloqué frente a ella tragando con fuerza y retirándome el cabello de delante de los ojos.
-Como todas las otras veces, Marsha. Mira, no creas lo que diga la gente, solo es envidia.
-Yo confío en Adam- una sensación extraña asaltó mi estómago- Y creo que con una de las gemelas le basta así que no es envidia- no aparté la mirada de sus ojos claros. Estaba segura de que no me estaba tomando en serio.
-Marsha, ya. No estoy dispuesta a escuchar todas estas tonterías- se puso en pié para alejarse de mí- Adam ha debido confundirse.
-¡Te está engañando y todo el mundo lo ve menos tú!- me encogí de hombros mientras extendía los brazos a ambos lados e intentaba alcanzarla.
Ella se pasó las manos por el rostro mientras negaba repetitivamente con la cabeza.
-¿Quieres saber lo que pienso?- dijo encarándoseme de nuevo- creo que quien está celosa aquí eres tú.
Hice una mueca justo antes de fruncir el ceño con repugnancia.
-Woha, woha, woha… para el carro ¿Celosa?- inquirí estupefacta- ¿¡pero tú te estás escuchando!?- hacía tiempo que nuestros tonos de voz se habían desmadrado pero ya nada me importaba. Si Lauren insistía en no entrar en razón allá ella. Yo pasaba de discutir.
-¿Te crees que no he visto como nos mirabas en la cafetería?- gritó cortante.
Me quedé quieta, paralizada. Me sentía mal de pronto. Se supone que las gemelas tienen una conexión especial. Pero aquí no había nada.
-Como puedes ser tan egoísta, solo te importas tú misma- continuó en voz más baja.
-¿Y tú como puedes ser tan ciega?
Atravesé la habitación con paso decidido y con una fuerza desmedida cerré la puerta tras de mí. Cerré los puños con fuerza y me rodeé el pcho con los brazos mientras recorría los pasillos de la mansión en silencio. Todo parecía distante y frío.
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Mi hermana cerró con fuerza la puerta de mi habitación, resoplé con frustración mientras intentaba asimilar todo lo que me había contado, era imposible, Diuke nunca me haría eso, el me quería. Miré hacia mi almohada donde descansaba mi pijama color negro doblado de forma meticulosa. Comencé a desvestirme dejando caer la ropa que me quitaba al suelo para ponérmelo, no podía dejar de recordar las palabras de Marsha en mi mente una y otra vez, me acerqué a la cama y me dejé caer sobre ella.
Volví a resoplar apretando los ojos con fuerza, entonces me revolví encima del edredón para conseguir meter la mano dentro de mi bolso. Rebusqué un par de minutos hasta que encontré mi móvil, deslicé de forma hábil la tapa y empecé a escribir con agilidad un mensaje.
“No puedo esperar a mañana para verte, te necesito a mi lado. Te quiero.”
Introduje Diuke Harrison en el nombre del destinatario y pulsé el botón de enviar. Aún con el móvil en la mano me froté los ojos intentando olvidar la horrible discusión con Marsha, odiaba discutir con mi hermana, mientras pensaba el móvil vibró.
“No te preocupes, estoy aquí. Mañana paso a buscarte a las ocho. Te quiero mi amor.”
Sonreí, ahora estaba más convencida de que lo que Marsha me contaba no era verdad, quizás si se lo hubieran contado pero esa gente debía estar mal informada, en cualquier caso decidí no pensarlo más. Besé la pantalla del móvil y lo dejé encima de bolso situado encima de la mesilla de noche, y a continuación cerré los ojos.
Esa mañana el despertador sonó a la hora de siempre, pero hacía media hora que yo estaba despierta, lo apagué y continué mirando hacia la oscuridad. Llevaba todo el rato dándole vueltas a lo mismo, no podía culpar a Marsha por la envidia de la gente, ella era mi hermana y solo intentaba protegerme, y al fin y al cabo yo no podía soportar estar enfadada con ella. Quizás podría hablar con ella durante el desayuno, seguro que aún estaba dormida, abrí la puerta de mi habitación y miré el largo pasillo, sin hacer ruido lo atravesé y abrí de forma cuidadosa la puerta blanca de la habitación de mi hermana.
Metí la cabeza, todo estaba oscuro y entrecerré los ojos para intentar ver si aún estaba dormida. Me acerqué a la cama y me senté sin hacer ruido en el borde.
-Marsha…-estiré la mano.-Marsha, despierta.-Zarandeé la mano y me di cuenta de que la cama estaba vacía. Suspiré y me volví a poner en pie para salir de la habitación, al entrar abrí de forma enérgica las persianas, aun que no recordaba haberlas cerrado, seguramente Mary lo habría hecho. Con la luz de la primera hora de la mañana entrando a raudales en la habitación me acerqué hasta el gran armario vestidor, apoyé el peso en un pie mientras examinaba la cantidad de ropa que rebosaba de mi armario. Al final me decidí por algo sencillo, unos pantalones negros pitillos con mi camiseta blanca favorita, y mis acostumbrados botines negros, no tenía pinta de que iba a hacer frío. Me vestí a toda prisa rezando para que Marsha aún estuviera desayunando. Salí del cuarto mientras de una manera torpe me cruzaba la bandolera llena de libros.
Bajé las escaleras de dos en dos y entré en la cocina, dejé escapar un suspiro de alivio cuando vi a mi hermana sentada en la mesa engullendo su bol de cereales con leche.
-Buenos días.-Le dije algo cortada mientras cogía mi acostumbrada manzana.
-Buenos días.-Me contestó apretando ligeramente los labios. Después de haber tragado el primer mordisco de la manzana suspiré y comencé a decir:
-Mira Marsha yo…-pero entonces se oyó un doble pitido que provenía de fuera. Fui a abrir la boca cuando Marsha dijo:
-No me lo digas, tu estupendo y perfecto novio está aquí, no hay problema, vete.-Lo dijo con un tono sarcástico pero con cariño en el fondo, sonrió levemente, ella tampoco tenía muchas ganas de discutir.
-Está bien,-dije apresuradamente mientras alcanzaba mi comida y la metía aplastándola en la bandolera.-Pero cuando acabe la primera hora quedamos en frente del aula de fotografía.-Le decía mientras empezaba a salir por el umbral de la puerta, ella hizo un gesto de despedida agitando la cuchara en el aire pero manteniendo la mirada fija en el bol.
Abrí la pesada puerta y fui dando saltitos hasta Diuke que me esperaba dentro del coche, abrí la puerta y dando un pequeño saltito me metí dentro.
-¿Cómo estás?-dijo rozando mis labios levemente.-Parecías bastante triste ayer en el mensaje.
-Ya bueno es que…-mientras yo empezaba a hablar él le dio la vuelta a la llave y comenzó a sacar el enorme Jeep del patio delantero de mi casa.-Ayer discutí con mi hermana.
-Bueno como de costumbre, ¿no?-dijo riendo entre dientes.
-Sí, pero esta vez ha sido enserio.-Bajé la cabeza para mirar mis dedos estrujándose unos contra otros, intentando eliminar los nervios.-Me ha contado que le han dicho que tú me engañas con otra.
Tan pronto como dije esas palabras Diuke frenó en seco y el coche que iba detrás nuestro por poco se estrella contra el enorme Jeep, sujetándome a lo que pude, solté una exclamación ahogada. Alarmada miré Diuke, que respiró hondo y volvió a hacer arrancar el coche. No dijo ni una palabra hasta que llegamos al instituto, y yo no le presioné.
-Mira Lauren, cari.-Dijo cuando apagó el coche y se movió en el asiento para quedar de cara a mí, me colocó un mechón de pelo detrás de la oreja.-Yo entiendo que Marsha sea tu hermana, y sé que la quieres mucho, pero tendrías que saber que a veces es un poco ingenua.
-¿Qué?-Me separé de su contacto levemente y fruncí el ceño.
-No, no. No me malinterpretes-dijo alarmado por mi reacción.-Sé que ella quiere protegerte, pero debería haberse dado cuenta.-Me miró con cara de circunstancia.
-¿Haberse dado cuenta de qué?-Le pregunté realmente extrañada, de verdad no sabía a qué se refería. Dejó escapar un largo suspiro y se volvió a colocar de cara a mí, colocando la mano sobre mi mejilla.-Cielo, todo el mundo sabe que Adam intenta pillarse a cualquiera de las dos gemelas Lightwind, y está usando un método por el que cree que una de las dos caerá tarde o temprano.
-Pero eso no será así, al menos no por mi parte.-Dije, y una sonrisa se extendió por su rostro, abrió la puerta y salió al exterior para bordear el coche y abrirme la puerta. Bajé de un saltito y él me rodeó con sus brazos para inclinarse sobre mi rostro y besarme, permanecimos unos segundos más así, entrelazados el uno en el otro mientras la gente caminaba despreocupada a nuestro alrededor. Entonces abrí los ojos y miré el reloj por encima del hombro de Diuke, me separé.
-Lo siento, pero he quedado con Marsha para hablar. Te veo en la comida.-Le dije mientras comenzaba a alejarme.
-Vale, ¡te quiero!-me gritó.
-¡Te quiero!-le grité también mientras me escabullía por entre la gente para abrirme paso hacia uno de los edificios del instituto.
Por fin llegué al aula de fotografía, mi hermana estaba esperándome con aire despreocupado apoyada en la pared. En cuanto me vio se reincorporó echándose la camiseta hacia abajo, llegué hasta ella.
-Bueno no tenemos mucho tiempo, en cinco minutos empieza mi clase. –Le dije mientras miraba mi Swatch negro.
-Dispara.
-Mira, yo sé que en realidad no estabas celosa, solo que me fastidió oír que pensaras eso, es decir que estuvieras de acuerdo con los demás.
-Lauren, yo solo intentaba protegerte.-Dijo con expresión dolida.
-Lo sé, lo sé.-Dije rápidamente y estirando los brazos hacia ella, no quería que me malinterpretara.-Pero en el fondo lo sabía, sabía que no querías que sufriese.
Ambas sonreímos haciendo una mueca y nos abrazamos durante un par de minutos, entonces reí entre dientes.
-Tiene gracia, en teoría tendría que ser yo la que cuidase de ti.
-¿Y eso por qué?
-¡Por que soy la mayor, obviamente!-le dije separándome de ella y haciéndome aires de superioridad mirándola por encima del hombro mientras ella se reía.
-¡Solo por diez minutos!-exclamó entre carcajadas. En cuanto iba a replicarle sonó el timbre, volví a mirar el reloj pese a que sabía perfectamente que hora era.
-Mierda, tengo que irme, ¿hablamos a la hora de comer?
-Claro.-Sonrió ampliamente.-Luego te veo.-Le guiñé un ojo mientras me giraba para irme hacia mi clase de Matemáticas, Mathew debía de estar esperándome.
Y así era, un pasillo antes de llegar al aula Mathew estaba esperándome al lado de mi taquilla, y en cuanto me vio se puso en pie alterado.
-¿Dónde narices estabas? Llevo quince minutos esperándote.-Me acusó mientras con el dedo índice daba golpecitos a la parte de arriba de su muñeca. Mathew era más alto que yo, pero no tanto como Diuke, para ser un chico era bastante bajito. Llevaba su pelo rubio con mechas oscuras alborotado y acabado en punta, excepto una parte delantera de su flequillo que estaba perfectamente peinada hacia un lado, sus ojos azules mostraban una ansiedad que me indicaba que hacía varias veces que no fumaba, bien, odiaba que fumase, no lo soportaba.
-Estaba hablando con mi hermana.
-Ah cierto, vuestra pequeña bronca de ayer, que por cierto, gracias por contármelo. Es mucho mejor enterarse por tu novio.-Me volvió a acusar en tono sarcástico, sabía que no estaba enfadado, Matt nunca lo hacía.
-Lo siento.-Reí.- ¿Me perdonas?-le dije poniendo ojos de cachorrillo mientras tiraba de su brazo.
-Mmmm, no sé, no se.-Dijo mientras estiraba su rostro hacia a mí, colocando su mejilla delante de mi rostro. Sonreí y le di un fuerte beso en la mejilla.-Bueno…vale te perdono.-Dijo al final, mientras se frotaba con dos dedos uno de los pendientes que llevaba en la oreja, ya habíamos llegado a clase y nos sentábamos en nuestros sitios. La profe ya estaba empezando a escribir ecuaciones matemáticas en la pizarra, suspiré al menos todo se había acabado.
Durante la hora de matemáticas y física y química Mathew y yo nos dedicamos a comunicarnos escribiéndonos sobre la mesa, estábamos sentados el uno al lado del otro pero nos parecía divertido hacerlo así.
Cuando por fin llegó la hora de comer fui a comprarme una coca-cola, me demoré unos cuantos minutos por que como siempre la máquina se había atascado. Desquiciada le di un golpe fuerte y se oyó el sonido de la botella al caer, sonriendo orgullosa de mí misma me agaché para recogerla.
Sin dudarlo dos veces dirigí mí vista hacia la mesa de siempre, algo de lo que no me había percatado era de que alrededor de nuestra mesa comenzaba a formarse un espeso grupo de gente. Con paso apurado y decidido me encaminé hacia allí. Entre codazos y apretujones conseguí llegar al epicentro de todo ese huracán.
-¡Mira tío que seas un capullo no es culpa mía!-Gritaba Adam amenazador pero a la vez alerta, Diuke era el doble de grande que él.
-¡Como no dejes de vacilarme vas a salir de aquí por piezas!-Exclamó mientras con el brazo en alto se dirigía hacia Adam, di un empujón más para conseguir ponerme en medio.
-¡Diuke tranquilo!-Le dije intentando echarle hacia atrás sin demasiado éxito.- ¿Qué está pasando?
-¡La bestia recubierta de músculos intenta masacrar a Adam, eso es lo que pasa!- Me giré al escuchar la voz de mi hermana que estaba al lado de Adam con expresión protectora y amenazadora. Me recordaba los momentos en los que discutía con mi madre por que le obligaba a asistir a las fiestas que organizaba. Diuke hizo caso omiso de ella.
-¡¿No creerás que dejaré que vaya diciendo eso sobre nosotros por ahí verdad?!-Me dijo con una mirada dura pero con una pizca de súplica escondida. Entonces se volvió a dirigir a Adam.- Reza para que consigas llegar al baile de fin de curso saco de huesos.
-¡¿Le estás amenazando, capullo insensible, masa de músculos sin cerebro?!-Mi hermana estaba histérica, y la gente no podía creer lo que oía, y yo ya estaba harta.
-¡Eh, Marsha, tranquila!-Le grité, pero entonces me di cuenta de que Diuke le hizo una mueca de burla a mi hermana y ésta, indignada ya, se acercó rápidamente y me arrebató la botella de coca-cola que yo sostenía en las manos, intenté detenerla en cuanto supe lo que quería hacer.
Deslizó los dedos sobre la superficie de la botella y la abrió con la idea de lanzarle el líquido que contenía a Diuke, pero no hizo falta. El contenido de la botella estalló y la espuma salió disparada empapándonos a los tres, todo el mundo empezó a reírse a carcajadas, me miré, estaba totalmente empapada y oía a todos riéndose a mí alrededor. Notaba como las lágrimas me ardían tras los ojos, y lo único que se me ocurrió fue salir corriendo hacia el pasillo vacío.
Recé para que Diuke o Marsha no me estuvieran siguiendo, quería estar sola y dejar que las lágrimas cayeran libres por mis mejillas, en medio del pasillo vacío me desplomé y me agarré las rodillas contra el pecho escondiendo la cara en ellas, había hecho un ridículo espantoso. Entonces noté la presencia de alguien situado a pocos metros de mí, ni siquiera levanté la cabeza.
-Seas quien seas, lárgate.-Dije con una voz entrecortada debida a los sollozos.
-Lo llevas claro si crees que voy a moverme de aquí.-Alcé el rostro al reconocer la voz, era Mathew, no le había visto entre la multitud de gente, me miró fijamente y apretó los labios, tenso. Yo me limpié con la manga de la camiseta las lágrimas y entonces él dejó escapar un suspiro angustiado mientras se sentaba a mi lado y me rodeaba con sus brazos recostándome sobre su pecho. Mucha gente decía que Matt y yo hacíamos muy buena pareja, pero ya lo intentamos y no funcionó, y lo intentamos e intentamos. No fue por qué no hubiera pasión por que la había, si no que yo sentía que nos queríamos como se quiere a un mejor amigo. Aunque los dos sabíamos que teníamos una conexión muy especial yo quise que nos limitáramos a ser mejores amigos, él lo encajó mejor de lo que yo pensé.-No te preocupes, estoy aquí, no llores, no pienso abandonarte.

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7 comentarios:

  1. Creo que Diuke no me cae bien, definitivamente. Pero Matt parece muy majoooooo ^^

    Escribes genial Lau, en serio

    Un beso!

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  2. Me gusta mucho Mat!!
    pero Lauren es un poco dramatica, está claro qe me llevería mucho mejor con Marsha x)

    Besos Lauu (:
    PD: qiero leer Adagio, pero no te presiono XD

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  3. uoh!!! genial cap gracias x avisarm!!! eres un sol!!!
    matt es un cielo-^^-
    el final del cap me enamoro y me kedo a la espera de mas, lastima k no sea un libro para leer hasta reventar!!!

    me gustaria pedirte un favor si es posible, sk me publican un libro y me dejan poner 4 caps a modo de promocion, estoy algo nerviosa y me gustaria saber tu opinion, x ahora solo he colgado los dos primeros pero te importa darme tu opinion?? se llama redencion y la encontraras en el blog http://lighting-susurrosenlanoche.blogspot.com/ gracias y me encantaria saber si te gusta. gracias de verdad y disculpa las molestias

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  4. ayyy yo estoy que babeo por matt!!
    y que me como las cuticulas con el adelanto!!
    omg!!
    estoy ansiosa por ese capitulo y mas con el anuncio que diste en el club de fan!

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  5. Wow ya me parecía bien que Marshan se pelee con Diuke, pero esto ha estado genial! Tambien quería avisarte que me gusta Secreto a Gritos y hace mucho que no hay capitulos de esa historia. Have a nice day :)

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  6. guao lau.escribes genial.me has dejado impresionada,¡Y A LA VEZ MUY INTRIGADA CON EL ADELANTO DE A DOS PASOS DEL INFIERNO!¡TE HE PUESTO UNA DEMANDAAAAA!!!¡vamos alina,vamos lydia!¡teneis qe conseguir ya los 15 seguidores,o me va a dar un ataqe!

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  7. Wow!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! me he leido la mitad esta mañana y la otra hora!!!!!!! me encanta matt (mas que diuke): espero que continues subiendo^^!!
    ¡Nos leemos!
    bss

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