Capítulo 11- A Dos Pasos del Infierno

Después de varias amenazas de ataques al corazón debido al final del último capítulo, hoy he decidido portarme bien y subir el siguiente a ver si así vuestras pulsaciones se tranquilizan...o no. En fin, espero que lo disfrutéis y que os lleveis todas el banner del TEAM SANDRO, tal y como hizo Alina (a la que se lo agradezco mucho), lo encontraréis debajo de las portadas.

P.D: Por favor, seguid votándome en el blog de Lydia, Recuerdos de Caramelo, a la que por cierto felicito de nuevo por sus 50 seguidores.
¡Buen Karma! 

Capítulo 11

-Ángel estúpido.- Miré el cuerpo de Sandro, ahora inerte sobre mis brazos, y mis ojos se detuvieron en la herida que manaba una sangre carmesí casi translúcida. Empecé a sentir un dolor punzante que me atravesaba la mitad de la espalda hasta el abdomen, pero reuní fuerzas y conseguí levantarme.- No hace falta que me des las gracias.
-Lo que te voy a dar va a ser de todo menos las gracias.- Dije, bueno, mejor dicho, gruñí. Ellery alzó las cejas y después rió entre dientes en un gesto en el que, en aquel momento, no entendí.
-Vamos, Carina,-dijo-te estaba engatusando.-Mientras el demonio hablaba el dolor que me atravesaba seguía aumentando.-¿De verdad querías acabar como uno de esos demonios que mueren engañados?
-Él…
-¿Te ha dicho que te quiere? La verdad no pensaba que fueses tan ingenua.
-él es mi vinculante.-Al principio pensé que él no sabría de lo que le hablaba, pero tras verle sopesar mi confesión y observarle asentir supe que no era así.
-Entonces te he hecho un favor, ¿no?
-Si el muere, yo también.-Ellery se calló, mostrando una expresión neutra mientras yo notaba que me moría de dolor.
-Entonces le he hecho un favor al mundo.-Él rio, y esa frase me hizo recuperar fuerzas, las suficientes como para arrancarme del cuello la cadena y abalanzarme sobre Ellery.
Estaba claro que no se lo esperaba, ya que su expresión fue de auténtico pavor en cuanto me vio intentando atravesarlo con mi espada.
Al principio se dedicó a parar mis golpes y dejar que me cansara para después empezar a atacarme, yo era una buena espadachina, pero Ellery tenía muchos más años de práctica que yo, y era increíblemente rápido.
Sentía como mis energías se consumían con cada bloqueo, empezaba a darme cuenta de que no tenía posibilidades, de que iba a perecer, pero entonces observé el cuerpo de Sandro y el dolor aumentó, pero me hizo más fuerte.
Tenía claro que iba a morir, pero también tenía claro que o iba a hacerlo a manos de Ellery. Apreté fuertemente la empuñadura de mi espada y esperé a que el demonio me lanzara la última estocada, cuando lo hizo me limité a dar un solo pequeño paso hacia mi derecha, y antes de que Ellery pudiese notarlo clavé mi espada en su abdomen y lo retorcí, notando como se rompían los tejidos de su esencia.
-Adiós, capullo.
Lo que vino después fue el proceso que yo ya conocía tan bien; del cuerpo de Ellery surgió un espíritu negruzco con las alas de igual color, su esencia, ésta se sostuvo unos segundos en el aire y después se arrastró hasta mi espada donde se introdujo en el pequeño frasquito incrustado en el filo de mi espada, junto con las otras esencias. Ese frasquito le daba poder a la espada, también se podía intercambiar por otros o vaciar las esencias en otro frasco.
Volví a echar un vistazo al cuerpo de Ellery, el hecho de que su esencia se volviese mía me hizo recordar que la esencia de Sandro aun no había abandonado su cuerpo, puede que siguiera vivo. Corrí hacia él, parte de la calle estaña manchada de sangre, miré a un lado y a otro, espada en mano, no había nadie y estaba empezando a anochecer, al igual que aquel dolor punzante comenzaba a aflorar de nuevo en mi interior.
Cogí la cabeza de Sandro entre mis manos justo después de haber dejado la espada en el suelo, su rostro estaba totalmente pálido y sin vida, los cabellos rubios estaban empapados por un ligero sudor frío, se los aparté de la frente, bajé la mirada, en la zona del abdomen tenía un corte abierto y profundo que no paraba de sangrar. Quise ayudarlo, pero en cuanto arranqué un trozo de mi camiseta para taponar la herida, más que nada porque lo había visto en las películas, y cuando acto seguido hice presión sobre su estómago, me desplomé sobre su cuerpo.

Abrí los ojos, muy despacio, solo vi un techo de color azul celeste, suspiré, aliviada, todo había sido un sueño, probablemente Sandro entraría en escasos segundos en la habitación haciendo algún comentario irónico y ofensivo.
Me reincorporé, y al instante me arrepentí de haberlo hecho, un  latigazo recorrió mi cuerpo, no había sido un sueño. Miré a mi alrededor de nuevo, ¿dónde se suponía que estaba? Todo el lugar era de color azul celeste, absolutamente todo; los muebles, las paredes, los objetos…
Mi mirada se detuvo en una silla cercana al sofá en el que yo estaba tumbada, sentado sobre ella había un hombre; tenía los cabellos canosos y un rostro extraño, con arrugas incipientes.- También iba vestido de celeste. No pude evitar pegar un brinco al verle.
-Tranquila,-dijo- estás a salvo.
-¿Quién eres?-Intenté parecer tranquila, pero sabía que estaba en inferioridad de condiciones y eso era difícil de disimular. Miré a mi alrededor.-¿¡Dónde está Sandro!?
-Está arriba, recuperándose.- Explicó, siempre mostrando la misma expresión en el rostro; entre seria y amable.- He conseguido detener la hemorragia pero aún no está fuera de peligro.
Tragué saliva, eso quería decir que podía morirse en cualquier momento, tenía que ir a verlo, pero antes de que pudiera decir una palabra el hombre siguió hablando.
-En cuanto a lo de quién soy es fácil, soy un Neutro.
-¿Un Neutro?
El Neutro asintió, esperé a que me lo aclarase, pero estaña claro que quería que se lo preguntara.
-¿Qué es un Neutro?-El hombre se removió en la silla y se frotó una mejilla por la que ya aparecía una barba incipiente, a simple vista habría dicho que era un hombre normal y corriente.
-Los Neutros somos una especie, una mezcla entre los ángeles y vosotros, los demonios, somos los encargados de establecer las alianzas y asegurarnos de que éstas se cumplan, también estamos presentes en la mayoría de decretos, y en la mayor parte de los acontecimientos importantes, aunque éstos sean prohibidos, acontecimientos tales como… las maldiciones.
El Neutro sonrió.

CONVERSATION

6 comentarios:

  1. van a vivir van a vivir el neutro les va ayudar se van a besar y lydia feliz va a estaaaaaaaar
    siiiiiii yupi este capi me ha hecho muy feliz sube mas que tengo ganas de ver que dice la prota al ver al angel y si se rompe la maldicion yyyyy me muerda las uñassss
    besitos de uñas mordidas (pualj que asco :P)

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  2. uuffffffff... vaya peso que me has quitado de encima!!! aunque Sandro no este del todo recuperado no se va a morir.. ufffff.... vaya alivio. Pense que mi corazon se paraba!!! del susto que me diste ayer!!! Hacia tiempo que no me mordia las uñas, pero ahora estan al 0!!!!
    Me has alegrado el dia^^!!!!
    bss
    PD: Por cierto, sera un honor ser una más, en tus blogs hermanos.

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  3. uf! ya todo tranquilo, sin embarg ese neutro nu se, ese va a tocar otro pito en la trama que me desconcierta.
    espero con ansias el siguiento, para ver a mi SANDRO, y bueno el de todas, para quen no digan que soy egoista.
    por cierto no me abnadones Secretos a gritos, por fis!, espero tambien capi.

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  4. uufff,cuando he leido este capitulo me has dejado intrigado...¡me encanta a dos pasos del infierno!

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  5. uff me has dejado con la boca abierta, me encantaa, espero impaciente el proximo capitulo.

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  6. Me leí toda la historia y me encanta!
    Te sigo! Publica pronto!
    Girl

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